Enoturismo: Una intensa manera de disfrutar también lo que rodea al vino en Castilla-La Mancha


El enoturismo, indudablemente, genera un valor añadido al sector vitivinícola de Castilla-La Mancha, que empieza a comprender el atractivo turístico, gastronómico y cultural que rodea a sus viñedos y bodegas.
Además de visitas guiada por sus instalaciones y catas comentadas sobre sus caldos, actividades que ya realizan la mayoría de las Denominaciones de Origen y Pagos de la región, algunos han dado un paso más y se han convertido en un verdadero complejo de ocio y descanso... con hotel incluido.
Buena prueba de ello es el complejo enoturístico Finca La Estacada, en Tarancón (Cuenca), que cuenta con bodega, restaurante y un hotel de 25 habitaciones con spa que tiene unas impresionantes vistas a los viñedos.
Se trata del lugar perfecto para organizar una reunión de empresa y cualquier evento, o simplemente disfrutar de un merecido descanso en pareja disfrutando de las comodidades de un tranquilo hotel que ha hecho del vino su razón de existir.
En el spa de Finca La Estacada ofrecen tratamientos con vino para los que busquen el relax total y cuidar su cuerpo, algo que también se puede disfrutar en el Hotel La Salve de Torrijos (Toledo).
En 50 minutos y por solo 50 euros pueden conseguir que su piel parezca más joven gracias a una sesión de vinoterapia.
Esta técnica es otra manera de disfrutar de los caldos de Castilla-La Mancha y de sus propiedades. Sin beberlo, se pueden obtener los mismos beneficios, ya que la vinoterapia contribuye a mantener la piel perfecta, eliminando toxinas y previniendo el envejecimiento.
Desde 2007, fecha en que abrieron sus instalaciones, en La Salve lo tenían claro, tal y como manifiesta su jefe de Marketing, Javier Sánchez de Rivera. "El SPA se abrió a la vez que el hotel y desde el primer momento buscamos tratamientos corporales que resultasen sugerentes a nuestros huéspedes, a la vez que tuvieran propiedades cosméticas. La vinoterapia cumplía ambas premisas".
La vinoterapia reafirma la musculatura y combate la flacidez. Aporta suavidad y elimina toxinas. Mejora la circulación. Previene el envejecimiento. Reduce las arrugas.
Todo un milagro que puede ser, además, uno de los regalos estrella ahora que se acercan las fiestas de Semana Santa.
La vinoterapia no solo utiliza vinos sino también otros derivados de la uva. Funciona debido a que la uva y su fermentación producen en gran cantidad una serie de sustancias naturales beneficiosas para la piel y el organismo en general, como son los polifenoles, procianidoles, antocianosidos y resveratrol.
En Hotel La Salve(foto) utilizan un kit de productos especiales con principios activos de vino pero preparados especialmente para utilizar en la piel. Es verdad que cada tipo de vino tiene una cualidad específica y diferente respecto a otros.
Entre los más usados en vinoterapia son el Lambrusco, por su mayor cantidad de minerales se usa, sobre todo, para nutrir la piel.
Sauvignon y Chianti, por sus cualidades relajantes hace que se utilice para las sesiones de vinoterapia con masajes relajantes y antiestrés. Y Cabernet o Merlot por su capacidad limpiadora permite su uso en tratamientos exfoliantes.
La vinoterapia es una manera compartir el ocio y la cultura del vino. El vino no solamente puede deleitarnos el paladar sino que ahora se ha empezado a ver todas sus propiedades y se ha convertido en una terapia, algo que también comparten en Viñedos y Bodegas El Castillo, de Villarrobledo, donde también ofrecen a sus clientes tratamientos con vino.
Allí, un majestuoso castillo ha sido convertido en un hotel rodeado por amplios jardines, ideales para relajarse con la tranquilidad que la zona le ofrece, pasear junto al agua o disfrutar de los mágicos atardeceres con los mejores vinos de la casa. Los viñedos, que pueden visitarse, están a unos 12 kilómetros del hotel, en la finca conocida como Argumánez.
Por si fuera poco, a solo 30 minutos se pueden visitar las Lagunas de Ruidera.
También en Albacete, pero ahora en Fuenteálamo, encontramos el complejo Mainetes rodeado de viñas. Su hotel cuenta con una bodega en la finca, un lugar único que nos permitirá disfrutar de la estancia.
También dispone de restaurante y spa, que ofrece tratamientos que incluyen terapias con chocolate y con vino. Por si fuera poco, dentro del complejo hay una casa rural. Además de poder visitar la bodega, Mainetes organiza visita a viñedos cercanos.
Cambiando de provincia, en la localidad ciudadrealeña de Las Casas, muy cerca de la capital, ofrece sus servicios turísticos Pago del Vicario.
Con un diseño original e innovador y una arquitectura vanguardista el Hotel Pago del Vicario, que tiene 23 habitaciones y una suite, se encuentra a escasos metros del río Guadiana y rodeado de un entorno natural envidiable, con las viñas como protagonistas.
Su restaurante, que ofrece cocina tradicional con toques de vanguardia, ofrece unas vistas espectaculares a la bodega.