Un buen cava brut a la temperatura adecuada es una bebida ideal que estimula ligeramente el apetito y armoniza con casi cualquier propuesta gastronómica


Indicar antes de nada que el Cava es un vino espumoso elaborado por el método tradicional principalmente en la región del Penedés (Cataluña), especialmente en la localidad de Sant Sadurní d'Anoia.También se elabora cava con denominación de origen en otros puntos de España, además de Cataluña, como en Requena (Valencia), Haro y Grávalos (La Rioja) o Mendavia (Navarra), Extremadura (comarcas de La Plata y Los Barros), Aragón y en Aranda de Duero (Burgos).
La bebida en una cena informal a base de distintas raciones, tapas o aperitivos puede ser una complicación. Sin embargo, si desde un principio se opta por un cava, no sólo se simplifica sino que se acierta de lleno. Un buen cava brut, a la temperatura adecuada, es una bebida ideal que estimula ligeramente el apetito y armoniza con casi cualquier propuesta gastronómica.
Esta versatilidad es debida a la acidez, frescor y aportación carbónica del cava, que armoniza con los cuatro sabores básicos : amargo, dulce, salado y ácido. Pero además, los cavas brut son los más adecuados para acompañar los más variados productos : frutos secos, canapés, salmón ahumado, hojaldres de sabores diversos ... También las tradicionales aceitunas, las patatas fritas, los calamares, los langostinos, el jamón serrano y quesos de diferentes procedencias. Otra ventaja añadida es su grado alcohólico; no excesivamente alto, en torno a los 11,5 -12ºC.
Los fundamentos para considerar al cava como una bebida con buenos maridajes en general,se remontan a la evolución que se llevó a cabo a principios de la década de los ochenta en las técnicas de producción. Gracias a fermentaciones realizadas a temperaturas controladas se lograron vinos más afrutados y más ligeros que ampliaron las posibilidades gastronómicas del cava. Los elaboradores dejaron un poco aparte la producción de cavas secos, con índices de azúcar elevados que acompañaban los postres y se centraron en los cavas bruts. Estos cavas modernos, estructurados, alegres, frescos y fáciles de beber que combinan perfectamente con una comida.
El efecto carbónico del cava armoniza con los 4 sabores básicos : salado, dulce, ácido y amargo. Sin embargo, un criterio de maridaje a tener en cuenta es la cantidad de azúcar que determina la idoneidad de cada cava para acompañar un aperitivo, comida o postre. Para acompañar aperitivos variados lo más recomendable son los Brut.
La familia de los brut, -Brut Nature, Extra Brut y Brut-, encaja muy bien con aperitivos, entremeses, ahumados, embutidos, pescados a la parrilla o en salsa (ya sea tipo cremosa, de tomate o cualquiera de las salsas que se deriven de la mayonesa), mariscos... También se pueden tomar con carne porque con sus burbujas, actuará como un limpia grasas y por supuesto con ensaladas tibias y frías, pero cuidando que no lleven demasiado vinagre, por su incompatibilidad con el vino en general.
Pero posiblemente, sea su frescor, su aroma delicado y su discreto cosquilleo sobre el paladar lo que convierte al cava en un vino ideal para acompañar todo tipo de propuestas gestronómicas.