¿Cómo debe ser la carta de vinos en un restaurante de primer nivel?


La lista ideal debe ser corta y en rotación constante. Trescientas referencias son suficientes para un Restaurante de nivel. Los clientes deben encontrar cosas que no están en las tiendas. A los profesionales les obliga a estar al día y buscar por todas partes. Para recomendar un vino no hay criterios fijos. Ya no valen los viejos estereotipos. Hay que probar y experimentar. El método prueba-error es lo que cuenta.
Es profundamente decepcionante que muchos restaurantes o bar de vinos que pretenden estar a un buen nivel, quieran confundir a su cliente,con Cartas mal dimensionadas, que adquieren botellas solo por hablar de cantidad y no de calidad, amén de la oferta repititiva que se da en muchas ciudades, por pensar solo - ó en muchas ocasiones- en la venta del Distribuidor de turno, más que en la propuesta diferente y de calidad hacia su cliente.
Hace unos meses, atendiendo a una oferta de trabajo de un profesional del vino de primer nivel mundial, un chico se presento a la entrevista, cuando se le pregunto por su C.V.,contesto con determinación, que había sido finalista de la Nariz de Oro, convencido de que ya estaba muy bien preparado para cubrir el puesto ofertado.
Esto obedece -entre otras cosas- a la especulación de vinos y nombres que ha sufrido el sector en los últimos años.Cualquier promotor con éxito pretendía tener su Bodega por "lustre social",amén de teóricos rápidos beneficios y cualquier nombre con un Diploma de los cientos de concursos de cata que existen, se le supone un "gran experto".
La venta de vino por copas de calidad,aúnque no lo parezca, es una asignatura pendiente en la gran mayoria de hosteleria española.Se suele confundir esto, con proponer unos vinos de calidad "difuminada" -muchas veces acompañado de un mal cristal- y sobreprecio.
La venta de vino por copas, además de ser un buen negocio para el establecimiento,debe de ser
una oportunidad hacia nuestros clientes para catar-degustar vinos que el precio de la botella es alto.Es curioso que algunas veces cueste menos esfuerzo económico, tomarse una copa de buen vino en una gran ciudad europea o americana, que en pequeñas provincias españolas.
España,con el viñedo mas extenso del mundo y con unos vinos con una relación calidad/placer muy buena, es, hoy en día, el penúltimo país de la Unión Europea en consumo de vino, solo con 17 litros/año.
¿Que ha pasado para que esto suceda?
Entre otras muchas cosas,un profundo divorcio del mundo del vino hacia los consumidores y muchas meteduras de pata por parte de las administraciones.Los Consejos Reguladores, en su mayoría,se parecen mas a una oficina publica, que no a una estructura dinamica que comunique y acerque sus vinos al consumidor final, así, como mucha de la Distribución no acaba de entender que un vino es un ser vivo y exige determinado tratamiento.
Nos falta esfuerzo, imaginación y humildad para que el consumo de vino se posicione en nuestro país, en los 50-60 litros/persona y año, y convertirlo de una vez por todas "en la bebida nacional de España".
Los ciudadanos al final lo agradecerán en salud y felicidad.