Los días 22 y 23 de Diciembre, Centelles se convierte en la capital de la trufa. La Feria es el punto de encuentro de productores y recolectores.
El público asistente puede adquirir trufas en diferentes paradas, que tambien incluyen productos que contienen este hongo como principal ingrediente (embutidos, patés, vinagres, aceites, quesos, etc.), así como otros productos agroalimentarios locales de gran calidad.
También se realizarán talleres técnicos, talleres de cocina y degustaciones gastronómicas, entre otras actividades.
El municipio de Centelles ofrece a los visitantes fiestas tradicionales como la Festa del Pi, así como actividades lúdico-comerciales, donde se promocionan productos locales, como la trufa. Todo esto, junto con otras tradiciones y fiestas, todo combinado bajo el lema “Centelles es magia”, hacen que el municipio durante todo el año permita al público conocer un rico patrimonio cultural y natrual, tradiciones y fiestas para vivir y convivir.
Se tiene constancia de que en la comarca de Osona se recogían trufas desde el año 1675, en que se enviaban desde Vic a la casa del Virrey de Cataluña en Barcelona.
Aproximadamente en 1820, un vecino de Centelles, Joan Soler, que vivía en la Plaza Mayor del municipio, fue el primer tratante moderno de trufas, abriendo las puertas a un negocio lucrativo, y con la llegada más tarde de la carretera y el ferrocarril, el negocio de la trufa se hizo cada vez más organizado y geográficamente más extenso, ocupando Centelles un lugar central. A finales del siglo XIX, el mercado de Centelles marcaba el precio de referencia de la trufa en todo el estado. Actualmente, este codiciado hongo vuelve a ser un elemento distintivo de la identidad local del muncicipio, y progresivamente, de trascendencia económica.
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