María tiene más 80 años y se toma todos los días su cañita por la mañana porque, claro, "así estoy de bien". Por casualidad se ha dejado caer con su cuidadora en el bar Lizarrán de la Avenida de la Albufera, en Vallecas. Varios carteles anuncian en la entrada el precio irrisorio de la caña de Mahou: 70 céntimos. "Hombre, es barata, pero en otros sitios te ponen tapita", rezonga la cliente poco antes de mediodía.
Es la nueva 'guerra' de la cerveza. En época de crisis, los hosteleros también se reinventan. Un producto más barato que aumente la venta, que compense el descuento. Una lucha sin cuartel por ver quién lanza la mejor promoción. Lizarrán responde así a las ofertas de los rivales que han apostado por cinco botellines de 20 cl. por 3 euros: la Sureña, el Tragatapas, la Jamboteca...
En el restaurante Tragatapas, en la calle Cuesta de San Miguel, la promoción del cubo -los botellines vienen en un cubo de metal lleno de hielos- también triunfa desde que abrió el local en noviembre. Según Gustavo Esmeil, encargado del bar, se venden 250 cajas de cervezas cada fin de semana.
La zona centro está 'okupada' por las franquicias. 100 Montaditos, del grupo Restalia, tiene varios locales que ofrecen desde hace más de un año la jarra de cerveza de medio litro por dos euros. La Jamboteca, otra franquicia especializada en jamón, también se apuntó a la 'moda del cubo' hace unas semanas y "ya se empiezan a notar los resultados", dicen desde la compañía.
La Sureña, también de Restalia, que fue quien instauró en España la 'oferta del cubo', ha abierto en poco tiempo siete restaurantes en la región -tres en pleno centro de Madrid- y continúa buscando locales. El Museo del Jamón es otro que tiene precios muy económicos. La caña sale a un euro, pero nadie la ofrece más baratas que el Outlet Bar (a 60 céntimos).
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