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A medio camino entre un desayuno tardío y una comida temprana, el brunch es una buena solución para domingos relajados, perfecto tanto para familias, como al final de una madrugadora jornada de deporte y, no digamos, cuando se trasnochó el día anterior. Esta costumbre anglosajona nace de la combinación entre breakfast (desayuno) y lunch (almuerzo) y consta de clásicos, salados y dulces, como los huevos benedictine y cócteles. Que en España gana adeptos cada día lo demuestra el recién estrenado brunch del Hotel AC Santo Mauro, hasta la bandera cada domingo. Se toma en La Biblioteca, con un marcado toque español. Para empezar un cóctel de champán, bollería, café o té y zumo. A continuación se pueden elegir dos platos, entre más de diez opciones: tortilla de patatas con chistorra, huevos fritos con jamón o benedictine; ensaladilla rusa; y terminar con un cóctel en el jardín (39 euros / 12:30-16:00 horas). Pionero en poner en marcha el brunch en Madrid, en el Hotel Ritz se puede tomar tanto en el restaurante Goya como en la magnífica terraza, con todo el encanto de la Belle Epoque. Una amplia oferta, desde mariscos a platos de cuchara y especialidades japonesas con música en directo. (85 euros /€13:30-15:30 horas). Otro clásico madrileño es el del Hotel InterContinental. Totalmente renovado, ofrece más de 200 referencias gastronómicas y una mesa con 20 denominaciones de quesos y embutidos ibéricos. Además, de un laboratorio de coctelería para convertirse en su propio barman por un día (49 euros, sin bebidas)Una vuelta de tuerca al tradicional, en el Palace el brunch está asociado a la ópera. Mientras se escuchan bajo la preciosa cúpula famosas arias, se puede escoger entre medio centenar de platos, con muchas composiciones en miniatura; embutidos, quesos, ensaladas, carnes, pescados, mariscos y frutas frescas (77 euros / 13:30-16:30 horas). En una escenografía de Desayuno con Diamantes, en el Glass Bar del Hotel Urban se comienza con una copa de champán mientas se lee la prensa. En la barra, ostras, caviar, jabuguitos de ibérico
mientras de la cocina salen pequeños platos calientes como risotto, croquetas, cochinillo crujiente y, por supuesto, huevos benedictine (40 euros / 11:00-15:00 horas). París Tokio Brunch Session es la propuesta del Room Mate Oscar: ensaladas, quesos franceses, foie, selección de panes, mantequilla y mermeladas de todo el mundo y sushi. Con música en directo y sesión de Dj’s (18 euros, a partir de las 14:00 horas). Con vistas a la Puerta de Alcalá, la apuesta vanguardista de Ramsés está firmada por Ricard Camarena. Se sirve tanto en el restaurante Le Petit como en la terraza, con platos como anchoas de Santoña, hamburguesa Brooklyn con queso cheddar, carpaccio de ternera con parmesano y bollería francesa. Para los más pequeños, existe una zona infantil con monitores (25 euros / Sábados y domingos, desde las 12:00 horas). Original es tomarse un brunch neoyorquino con vistas al estadio en El Real Café Bernabéu. Con cuatro apartados: Eggspectation; sandwich revolution, también con hamburguesas; more&more, desde ensalada césar a brochetas de solomillo; y sweet, sweet, con los postres de la Gran Manzana (Desde 20 euros / Sábados y domingos: 11.30-16:00 horas). Un nuevo concepto París-Madrid en Le Petit Bistrot, para empezar con champán o bloody mary, seguir con la pizarra de entremeses, tartar de salmón al jengibre, huevos florentine con espinacas o cocotte con foie; además cesta de panes, deliciosos croissant pur beurre, zumos y frutas... (18,50 euros / 11:30-15:00 horas).En Barcelona, un lujo es tomarlo en el Café Veranda, del Hotel Arts, en los jardines de mil metros cuadrados frente al mar. Con especialidades mediterráneas, mariscos y platos asiáticos elaborados al momento. Un equipo de bartenders se encarga del maridaje con gin-tonics (70 euros/ 13:00-16:00 horas). Además, organizan brunch temáticos y una propuesta original, el sprunch, que combina un tratamiento en el spa y el brunch (149 euros por persona). Con una puesta en escena desenfadada e interiorismo de Patricia Urquiola, el Blanc del Mandarin Oriental, en pleno Paseo de Gracia, empieza con una copa de cava. Con música en directo, se elabora todo al momento, desde los huevos de payés estrellados con jamón ibérico, a mini steaks con patatas fritas, arroces... ; además de un bufé de ensaladas y embutidos (39 euros, a partir de las 11:30 horas). Junto a las Ramblas, un street grill contemporáneo, Luzía, con interiorismo de Sandra Tarruella y con cocina y horno a la vista. Ofrece un cuidado brunch a la carta: blinis con salmón, huevos revueltos con bacon, croissants, zumos y cócteles (25 euros). En el corazón del Raval, Paul y Rebeca proponen el muy americano Recovery Brunch en el vanguardista Marmalade, que empieza con un bloody mary. Con quince platos, desde huevos benedictine hasta tortilla ranchera, y una deliciosa terraza (20 euros / Sábados y domingos 10:00-16:00 horas). Neoyorquino es también Meatpacking Bistro, en Travessera de Gracia y decorado por Lázaro Rosa Violán. Para saborear pancakes caseros, yogur orgánico con muesli, frutos rojos y smoothies; hamburguesas y BBQ ribs; junto a una variedad de cócteles (20 euros / 11:30-16:00 horas).