La cocina española es tan variada como los son sus gentes. Cada región cuenta con platos típicos que completan la oferta gastronómica del país sorprendiendo a los viajeros por su calidad y variedad.La cocina mallorquina por ejemplo, ofrece multitud de deliciosas opciones. Marcada por el carácter mediterráneo, la gastronomía de esta preciosa isla seduce a propios y extraños. Así, tenemos que destacar la tradicional ensaimada, la sobrasada, las cocas o el famoso tumbet. Todo el que visita Mallorca se enamora del sabor de la ensaimada. Siendo el producto mallorquín más conocido fuera de la isla, se pueden degustar ensaimadas de diferentes tipos: de albaricoque, de cabello de ángel, de nata, de crema y hasta con filetes de lomo. La sobrasada también es protagonista en la cocina mallorquina. Se trata de un embutido crudo curado con denominación de origen, que untado sobre una tosta de pan se convierte en la merienda o el aperitivo perfecto. No podemos olvidarnos del tumbet, un plato hecho a base de capas de verduras cortadas en rodajas, fritas y cubiertas de un delicioso sofrito. Este plato se prepara en muchos lugares de las Islas Baleares añadiendo berenjenas. Otro plato típico de esta región son las sopas mallorquinas. Se hacen a base de caldo de verdura y rebanadas finas de pan moreno seco, y pese a su nombre es un plato que se puede comer con tenedor, ya que casi no contiene líquido. Estas sólo son algunas de las más famosas recetas de la cocina de esta región, pero hay muchas otras que completan la oferta gastronómica de la isla convirtiéndola en el lugar perfecto para los amantes del buen comer.