El hotel Barceló Sants siempre ha sido adalid en las últimas tendencias de la hotelería urbana y de business


 No en vano su director general, Antoni Cintas, es considerado desde hace muchos años un gurú del sector.  Nadie se  podía imaginar, no obstante, que este establecimiento ebrio de cosmopolitismo y fragor pudiese convertirse en una auténtica 'estación orbital', en un homenaje improbable a la Odisea del espacio con música de Bowie de fondo.  Con un decorado puro Kubrick futurista, el hotel es un canto a la obra de Clarke, un delirio galáctico de blancos impolutos, mobiliario de ciencia ficción, ojos de buey al espacio sideral, brain food... Un paseo cósmico en el centro de Barcelona. Y de ahí al infinito...  Afortunadamente, sin embargo, no es el insidioso HAL quien recibe a las puertas de su restaurante Hydrogen, sino Ramón Ribas, un chef que es capaz de hibridar conceptos de estricto mercado con guiños de tensión contemporánea siempre bajo la ley de la dietética, la salud. Y hasta de la inteligencia.  Porque en Hydrogen se abren las posibilidades gastronómicas en un abanico que nos propulsa desde las tapas tradicionales reinterpretadas hasta el menú energizante que potencia la concentración y la creatividad.  Un trabajo minucioso y preciosista de Ramón, que tanto vale para dejarse ir en una supernova de placer con  habitación posterior como para recargar el cerebro para el último tramo de la reunión en los meeting rooms. Versatilidad.  Espacio y tiempo en dislocación. Ground control to Major Tom. Mosaico de colores de temporada: tomate, perlas de aceite de oliva y sésamo, semillas de cilantro, remolacha, germinados, flores, rábanos, zanahoria, crema de espinacas... Babaganoush sutilizada en crema con granizado de tomate y puntos de yogourt cremoso. Tortita transparente de camarones con gelée de Fino. Fresco carpaccio de gambas con espuma de pasión.  Take your protein pills and put your helmet on Rodaballo con gambas y ragout de semillas con salsa de miso y lecho de amanita cesárea salteada. Cromatismo, polifonía, placeres caleidoscópicos. Y el lomo dry aged con patatas fritas, buñuelo de huevo, aestivium, perretxicos... Planet Earth is blue and there's nothing I can do...  Y en eso que llega Simon Pierre Vaucois, el pastelero, y surgen los fresones ubérrimos con sorbete de té matcha, las cerezas al natural, el soufflé glacé kirsch y crillotines... Es sólo un trayecto de los muchos posibles aquí. Una singladura que, en cualquier plato, puede desviarse hacia otra.
NdP