El jueves 26 de diciembre, a primera hora de la mañana, un Bombardier Global Express XRS, el mejor avión de transporte privado de pasajeros valorado en más de 30 millones de Euros,pidió permiso para aterrizar en el aeropuerto de Sevilla. A bordo...

 una comitiva formada por doce personas, entre ellas Bill Gates, creador de Microsoft y una de las personas más ricas de este planeta. En el mismo aeropuerto, un helicóptero les esperaba para trasladar al grupo hasta el helipuerto de Cumbres Mayores, situado a 35 kilómetros de Corteconcepción  (Huelva), una población de menos de mil habitantes donde se encuentran las instalaciones de Jamones Eíriz. La historia la cuenta huelvagastrotour.com en una detallada información. Por motivos de seguridad, y por deseo expreso del propio Gates, el paso fugaz del multimillonario americano por nuestro país ha recibido el tratamiento de secreto de estado. Cuando a Domingo Eíriz le fue comunicada hace un mes la intención de Gates de visitar sus bodegas naturales, se le obligó a firmar un acuerdo de confidencialidad en el que tuvo que comprometerse a guardar absoluto silencio acerca de los detalles relativos a la futura visita.“Sólo mi mujer estaba al corriente de lo que iba a pasar. Tuve que morderme la lengua muchas veces ante familiares y amigos” afirma Domingo Eíriz. “Al principio pensé que se trataba de una broma. No me lo podía creer. Tuvimos un encuentro en Hong Kong, se acercó a nuestro stand y nos comentó que era un enamorado del jamón español. Corté varias lonchas para él y aproveché la ocasión para invitarlo a conocer nuestras instalaciones en Corteconcepción. La verdad, nunca pensé que acabaría aceptando la invitación”.Domingo está obligado, por contrato, a no desvelar detalles de la visita. No obstante, en declaraciones a Huelva Gastro Tour, afirma que el trato de Gates fue amable y cercano, que se interesó por muchos detalles del proceso de elaboración, y que estrechó la mano a todos los trabajadores que encontró en su recorrido. “Quedó muy contento con la visita y nos agradeció con entusiasmo el trato recibido”.Interrogado acerca de cuántos jamones se ha llevado para Estados Unidos, Domingo se acoge a su compromiso de confidencialidad, pero asegura con una sonrisa que “aún le queda jamón para la Nochevieja”.