Friet Museum. Las protagonistas absolutas de este museo son las patatas fritas. Ubicado en la ciudad belga de Brujas, Bélgica es el país es pionero en preparar los tubérculos de esta forma. Se encuentra en uno de los edificios más característicos del siglo XIV, The Saahaille, en el que podrás conocer todas las cuestiones relacionadas con el alimento: sus orígenes, los condimentos más utilizados o cómo llegó a Bélgica. Por supuesto también tendrás la oportunidad de saborear las patatas. Eddy y Cédric Van Bell son quienes lo han hecho posible, a los que también se les atribuye la creación del museo del chocolate Choco-Story. Gelato Museum Carpigiani. Italia es el país de los helados. En Bolonia encontrarás uno de los mejores museos dedicados en exclusiva a este dulce tan apetecible. Se inauguró en 2012 y si lo visitas podrás disfrutar de un recorrido interactivo por toda la historia del producto, así como conocer diferentes datos relacionados con su cultura y tecnología. Se han recopilado documentos e imágenes de gran valor histórico, útiles y máquinas para su preparación y piezas audiovisuales con entrevistas que harán las delicias de los más golosos. Museo del Ramen Shinyokohama. Para aquellos a los que les entusiasme la cocina oriental y además tengan la suerte de viajar a Japón, no deben olvidarse de este museo centrado en el ramen. Este es un plato cuyas raíces se encuentran en la sopa de noodles china. Este museo es una exposición sobre el producto y cómo ha ido evolucionando a lo largo de los años. Lo más interesante de la visita, es pasearse por la realista reconstrucción de una calle japonesa de los años 50 en la que se congregan diferentes restaurantes especializados en este plato. Deutsches Currywurst Museum. Gira alrededor de una receta muy típica de Alemania: la salchicha al curry, sin piel y cortada en rebanadas que se puede degustar en diferentes puestos callejeros del país. La intención de este centro berlinés es que conozcas todo sobre este producto a través de una experiencia completamente interactiva: gracias a libros, series, películas e incluso juegos en los que se compite por ver quién corta el alimento a mayor velocidad. Pizza Brain. Este museo hará la boca agua a los amantes de la pizza, el plato estrella junto con la pasta de la gastronomía italiana. Aunque comenzó siendo un restaurante, el amor de sus propietarios por este producto y la idea de diferenciarse fue lo que les impulsó a convertir el establecimiento en todo un lugar sagrado para los que disfrutan de dicho plato. Allí mismo se amontonan infinidad de utensilios relacionados con la pizza, lo que ha hecho que se incluya el local dentro del Libro Guinness de los Récords. Podrás verlo con tus propios ojos si viajas hasta Filadelfia.