La pasta es uno de los productos más versátiles de la cocina. Va bien con casi todo, nos aporta una infinidad de proteínas y además es muy económica, lo que hace que en tiempos de crisis sea altamente consumida. Pero ¿qué sabemos realmente de la pasta?

Son una mezcla de sémola de trigo duro y agua. Aunque es Italia el país por excelencia de la pasta (por elaboración y consumo), tal vez te sorprenda descubrir que su primera patria fue China según la mayoría de los expertos.
Betty Crooke, una prestigiosa escritora gastronómica de los Estados Unidos, difundió que fue Marco Polo -después de un viaje a China en el siglo XIII- quien puso de moda los macarrones en Italia. La noticia desató una gran indignación en el país europeo, que documentó que la pasta estuvo presente en la alimentación italiana desde la antigüedad.
En cualquier caso es en Nápoles, a principios del siglo XIX, cuando se consigue hacer pasta conservable que puede fabricarse a nivel industrial, a través de un proceso de secado alternativo en frío y en caliente.
Decíamos que son un alimento tremendamente versátil. Combinan con verduras, carnes, pescados o mariscos, así como con todo tipo de salsas. Se pueden comer frías en forma de ensalada, o calientes y se comercializan con multitud de formas y tamaños. Diferenciadas por forma, color y preparados, existen multitud de tipos de pasta.
Las recetas más habituales en España son las que contienen ingredientes propios del mediterráneo,como el tomate o el queso, aunque cada vez más integramos diferentes ingredientes propios de otras culturas, como por ejemplo las orientales.