El Instituto Madrileño para la Investigación y el Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA) está trabajando en un estudio de recuperación de la Moscatel de grano menudo con el fin de apostar por el cultivo autóctono e impulsar los Vinos de Madrid




   Y es que, según ha informado el Gobierno regional, la Comunidad apuesta por las variedades autóctonas de vid como elemento diferenciador de los Vinos de Madrid frente al resto de denominaciones de origen.
   El Ejecutivo autonómico entiende que es precisamente esa exclusividad y tipicidad lo que aporta a los caldos el valor añadido para mejorar su calidad y, por tanto, su demanda, cuestiones ambas que tienen traducción directa en términos de creación de empleo.
   Atendiendo a esta premisa, el viceconsejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Enrique Ruiz Escudero, ha presentado este lunes los primeros datos del proyecto que está desarrollando la Comunidad de Madrid para recuperar la variedad Moscatel de grano menudo.
   Según ha explicado Ruiz Escudero, esta iniciativa es una "muestra más de la clara apuesta que está realizando la Comunidad de Madrid, a través del IMIDRA, para colaborar activamente en la mejora del viñedo madrileño, aumentando la calidad de nuestros caldos, la producción de las viñas y las rentas de los viticultores".
   Con este proyecto, el Gobierno regional responde a una necesidad específica del sector, que precisa de un material vegetal propio y adaptado a las condiciones ambientales de la región madrileña. Hasta ahora, los clones que se comercializaban en Madrid en el caso de la variedad Moscatel de grano menudo eran de origen francés, italiano o del norte de España.
    El trabajo del IMIDRA permitirá así facilitar a los viveristas, viticultores y bodegueros los clones seleccionados, es decir, aquellos que tras ser sometidos a un exhaustivo estudio presenten las mejores características: que sean de brote tardío para que nos les afecten las heladas y sean resistentes a las enfermedades propias de la variedad.
   Con ello, el Gobierno regional "persigue mejorar los Vinos de Madrid y fomentar la reintroducción de esta variedad, origen de vinos de gran calidad pero que se encuentra en claro riesgo de extinción en Madrid por su vulnerabilidad".
   "La oportunidad del sector vitivinícola madrileño radica en la diferenciación y personalización de sus caldos, para lo cual la labor de conservación de las variedades de uva autóctonas resulta un pilar esencial. Sólo de esa manera se podrá optimizar la calidad de las producciones, permitiendo a los vinos de nuestra región diferenciarse del resto de la oferta existente y garantizar la sostenibilidad tanto económica como ambiental del sector, instaurándose como una importante fuente de riqueza y de fijación de la población rural a medio y largo plazo", ha explicado el viceconsejero.
   Además, el Gobierno regional detalla que en esta línea de trabajo abunda la iniciativa Madrid Rutas del Vino que en su primer año de andadura ha supuesto un aumento de los visitantes del 13 por ciento en las bodegas adheridas al proyecto, cuyas ventas subieron también un 6 por ciento.
   "No obstante se trata de un dato que debe servirnos únicamente como referencia para seguir mejorando un proyecto que debe redundar en beneficio para los bodegueros pero que al mismo tiempo debe convertir al vino en motor de dinamización y de crecimiento para todo el medio rural, en la medida en que deben ser los vecinos de estas  localidades quienes provean las demandas y necesidades de aquellos que acuden a sus municipios atraídos por el sabor de los Vinos de Madrid", ha apuntado Ruiz Escudero.
   La Denominación de Origen Vinos de Madrid abarca 8.391 hectáreas distribuidas en 58 municipios en tres subzonas: Navalcarnero, Arganda y San Martín de Valdeiglesias. El año pasado las exportaciones "rompieran la barrera" del millón de botellas, lo que supuso un incremento próximo al 43 por ciento.
   De las 16 variedades autorizadas en la Comunidad de Madrid, ocho son de cultivo tradicional en la región, tres son de otras regiones españolas y tres son de origen francés.