Por primera vez en la historia de la marca es posible comer en un restaurante con el ambiente puramente genuino de Ford Motor Co


En un acuerdo de licencia con FG Restaurant Group, el fabricante de automóviles  amplió sus derechos para convertirse en la propietaria de la cadena de restaurantes Ford que desde 2012 habían comenzado a explotar "extraoficialmente". Tres son las ubicaciones actuales en el estado de Florida: Fort Myers, Estero y Cabo Coral, todas, ciudades localizadas en la costa oeste de la península.
La ambientación es cien por cien clásica, basada en la historia inicial de la marca y su primer vehículo, el Ford Modelo T, del que hay incluso una unidad suspendida sobre la barra. Fotografías antiguas, piezas y material publicitario de la época, y por supuesto algo que a los norteamericanos se les da muy bien: merchandising de Ford.
El primer restaurante abrió sus puertas en 2012, pero no ha sido hasta ahora, tras un periodo de casi ocho meses de negociaciones, cuando los directivos de ambas firmas han llegado a un acuerdo, del que declinaron hacer declaraciones sobre los detalles financieros.
Ford genera cerca de 2,000 millones de dólares anuales provenientes sólo de la concesión de licencias, con cerca de 400 acuerdos en vigor que incluyen perfumes de Mustang, juguetes de Ford o ropa.
El salto a los restaurantes vino precedido de un estudio de mercado sobre otros establecimientos existentes y el menú ha sido convenientemente probado y elegido.
La previsión les lleva a ampliar ubicaciones fuera de Florida, con especial interés en el sur de Michigan, donde la marca tiene una importante presencia. Además, se da la circunstancia de que Fort Myers, uno de los enclaves más exclusivos para veranear del estado sureño, era el lugar de vacaciones favorito de Henry Ford y la cadena ofrece descuentos a todos los empleados de Ford jubilados.